martes, 29 de julio de 2008

La colilla de cigarro

Hola me gusto el mensaje que nos deja, espero que lo disfruten, como ven aun no me inspiro para seguir escribiendo sobre los hechos cotidiano que vivimos, espero que les sea de su agrado:


Era el once de agosto de 1965, en Munich, Alemania. Allà afuera las flores explotaban en los parques y se asomaban sonrientes por las ventanas. Son las dos de la tarde. El cartero me trae la primera carta de mi patria. Con el corazón en un puño, la abro. Me escribe toda la familia. Presiento un misterio: «Querido: ya estarás en Munich cuando leas esta carta. A diferencia de otras, ésta te trae una noticia alborozada. Dios nos ha pedido, pocos días después de tu partida, un tributo de fe y de amor. Nos ha mirado uno a uno, y ha escogido para sí al más preparado, a nuestro querido padre. Querido: Dios no se lo ha llevado de entre nosotros, sino que lo ha puesto más entre nosotros. Papá no se ha marchado, sino que llegó. Ha dejado el espacio, para entrar, definitivamente, en nuestro espacio, para poder estar presente contigo en Alemania, con Waldemar en EEUU y con Ruy y Clodovis en Bélgica». La muerte era saludada como hermana y como forma de comunión para unir a la familia, dispersa en cuatro países. En la avalancha de lágrimas, no dejaba de haber una serenidad profunda: mirimos para resucitar, para expandir nuestra comunicación.
Al día siguiente me di cuenta de que en el sobre de la carta que anunciaba la muerte había una señal de vida: una colilla amarillenta de cigarro. Era el último que había fumado mi padre, omentos antes de que un infarto fulminante lo liberada de esta cansada existencia.
A partir de entonces, esa colilla de cigarro ya no es una colilla de cigarro. Es un símbolo. Guardada en un frasquito, su color típico y su olor fuerte hacen que todavía esté encendido en mi vida. Hace presente la figura del padre, que ahora ya es un arquetipo familiar de valores que apreciamos. En su tumba escribimos: «De su boca lo escuchamos, de su vida lo aprendemos: quien no vive para servir, no sirve para vivir».
¿Por qué cuento todo esto? Para rescatar la dimensión simbólica que cada día se está perdiendo más y más. ´Si perdemos la visión simbólica, se cierran las ventanas del alma y se pierde la magia de las cosas. Si nos damos cuenta, a los símbolos los cristianos los llaman sacramentos. Nacen de la vida diaria, del juego que se establece entre el ser humano y el mundo. Ante las cosas, primero sentimos estrañeza, después las domesticamos y por fin nos habituamos a ellas. En ese juego, las cosas y nosotros cambiamos, porque nuestra mirada ha cambiado. La colilla de cigarro puede ser mirada desde fuera, como un objeto neutro. Es el mirar de la ciencia. Ésta analiza el tabaco, el humo, el nivel de nicotina y concluye que, como colilla, no tiene ningún valor. Pero podemos mirarla desde dentro, desde lo que significa para mí por causa de mi padre. Entonces se convierte en un sujeto, pues me recuerda y me habla. ¡Adquiere un valor incalculable! Se convirtió en un símbolo. Siempre que una realidad del mundo, sin dejar de ser lo que es (colilla de cigarro), evoca otra realidad diferente de ella (mi padre), asume la función de símbolo. Todo puede convertirse en símbolo. Depende de nuestra mirada. Si insertáramos las cosas en nuestras experiencias, ellas no dejan de ser cosas, pero se convierten en símbolos que hablan.
Esa actitud hoy es urgente si queremos conservar los árboles, los animales, los paisajes, y así salvar la Tierra. Impoerta no sólo utilizar las cosas, sino sentirlas y amarlas. Enbtonces ellas se hacen únicas. Y cuidaremos de ellas. Son sacramentales.
Nuestras casas están llenas de símbolos: las lentes de la abuela, una flor seca de un antiguo amor, una nota de la persona amada. Si encantamos todas las cosas a nuestra vez, nuestro mundo quedará encantado y también bien cuidado.

jueves, 24 de julio de 2008

El Niño, el buey y la mula

Me gusto e interesante mas allá que es un cuento, hay que ir más a lo profundo que nos dice específicamente que lo difruten:

Los evangelios no hablan del buey y la mula que habrían estado en el pesebre junto a Jesús sobre las pajas. Pero la tradición habla de ellos. Su historia es conmovedora y encanta a niños y adultos. Y en estos tiempos ecológicos adquiere un significado especial. Vamos a contar la verdad de esta historia antigua que es narrada a su manera en cada lengua.
Un campesino tenía un buey y una mula muy viejos e inservibles para el trabajo en el campo. Se había encariñado con ellos y le habría gustado que muriesen de muerte natural, pero se consumían día a día. Así que resolvió llevarlos al matadero. Cuando tomó la decisión se sintió mal y no consiguió dormir en toda la noche.
El buey y la mula notaron que había algo raro en al aire. Movían inquietos sus osamentas sin poder dormitar. La vida había sido dura. Habían pasado por varios dueños. De todos habían recibido muchos palos. Era su condición de animales de carga.
Hacia la media noche, de repente sintieron que una mano invisible los conducía por un estrecho camino hacia un establo. Decían entre sí: «¿Qué nos obligarán a hacer en esta noche fría? Ya no tenemos fuerzas para nada».
Fueron conducidos a una gruta donde había una lucecita trémula y un pesebre. Pensaban que irían a comer algo de heno. Quedaron maravillados cuando vieron que allí dentro, sobre unas pajas, tiritando, estaba un lindo recién nacido. Un hombre inclinado, José, procuraba calentar al niño con su aliento. El buey y la mula comprendieron inmediatamente. Debían calentar al niño. También con su aliento. Acercaron sus hocicos. Cuando percibieron la belleza y la irradiación del niño sus viejos esqueletos se estremecieron de emoción. Y sintieron un fuerte vigor interno. Con sus hocicos bien cerquita del niño empezaron a respirar lentamente sobre él, y así se fue calentando.
De repente, el niño abrió los ojos. «Ahora va a llorar», dijo la mula al buey, «verás que le asustaron nuestros feos hocicos». El niño, por el contrario, los miró amorosamente y extendió su pequeña mano para acariciar sus hocicos. Y seguía sonriendo, como si fuera una cascada de agua.
«El niño ríe», dijo José a María. «No para de reír». «Debe ser que le hizo gracia el hocico del buey y la mula». María sonrió y quedó callada. Acostumbrada a guardar todas las cosas en su corazón, sabía que era un milagro de su divino niño.
El hecho es que los propios animales se sintieron alegres. Nadie les había reconocido ningún mérito en la vida. Y he aquí que estaban calentando al Señor del universo en forma de niño.
Cuando volvían hacia casa notaron que otros burros y bueyes los miraban con un aire de admiración. Estaban tan felices que al avistar la casa, hasta se arriesgaron a un galope. Y ahí se dieron cuenta de que estaban realmente llenos de vitalidad.
Volvieron al establo. Por la mañanita vino el patrón para llevarlos al matadero. Ellos lo miraron compungidos, como diciendo: «¡déjanos vivir un poco más!». El patrón los miró sorprendido y dijo: «¿pero son éstos mis viejos animales?, ¿cómo es que están tan vigorosos, con la piel lisa y brillante y las patas firmes y fuertes?»
Y dejó que se quedaran. Durante años y años sirvieron fielmente al patrón. Pero él siempre se preguntaba: «Dios mío, ¿quién trasformó de repente en jóvenes y robustos a aquella mula y aquel buey tan viejitos?» Los niños, que saben del niño Jesús, pueden darle la respuesta.

lunes, 14 de julio de 2008

Un camino que es difícil entender y desafiante

Que es lo que motiva caminar, que es lo que me llama seguir caminado cuando muchas veces no siento las gratificaciones que quisiera tener por lo que estoy haciendo, porque caminar en un lugar donde el aire está contaminado por olor fuerte, donde hay aguas estancada de un color negro oscuro, como si fuera aceite usado y re usado, después despojado para provocar contaminación y un olor… ver una humareda en ocasiones más grande, en otras pequeña, donde se ve e humo negro de seguro plásticos y producto contamínate y dañinos para la salud de las personas… hay día que está limpio y en otras ocasiones no… viendo todo esto a quién le da ganas de ir, de trabajar, de perderse descanso o otras cosas para ir a un lugar así, que es lo que mueve camina… si hay ocasiones que hasta muchos adultos dicen que no vale la pena ir, que es un caso perdido,… yo me pregunto por qué ir?... tiene sentido?...

Quieres saber porque sigo, por una sola cosa, cada vez que sus caras se llenan de alegría, aunque para eso me hiso sacar cana verde porque se escapa o no quiere hacer la tarea, igual de eso cuando veo el rostro de alegría cuando se sienten queridos por lo que hacemos, cuando llegamos corren a nuestro encuentro para saludarnos y darnos un abrazo, o simplemente una sonrisa cuando descubren que algo le está saliendo bien o porque vamos a verlos o porque nos sentamos con ellos a hacer la tarea que tienen que hacer, es aquello lo que hace que siga caminando hacia adelante aunque tenga muchas trabas o no crean que valga la pena hacerlo. Sé que la alegría que le damos la llevan en sus corazones y sé que nunca se olvidarán aunque no lo sepamos…

Estas son unas de las tantas caras de alegría que nos hace caminar para adelante (solo algunas imagenes para poder explicar lo que dije en el texto):




















Sin más que decirles espero que les haya gustado esta pequeña reflexión y a la vez imágenes que nos ilumina lo que les estoy contando.

lunes, 7 de julio de 2008

Córdoba que viaje!!!

Hola a todos los lectores de este blog.
Hoy que escribo, bueno es sobre un viaje que eh realizado hace unas semanas, acompañando a unos jóvenes a un encuentro. Viajamos a Córdoba, si, esa hermosa provincia, no solo lo digo porque soy de ahí sino porque es hermosa, bueno pero vamos a ver algunas fotos de lo que hemos hecho, ja.






En los caminar de esos día de encuentro me encontré con muchos recuerdos, sí, estuve allí durante 5 años así que fui recordando las vivencias que tuve, pero estos día lo disfrutaba con los jóvenes que me acompañaban, con ellos recordé varias cosas con las fotos las iré recordando:




Lo primero que nos encontramos fue con nuestras habitaciones donde iríamos de habitar en esos días:








Luego recorrimos el previo y me encontré con tobi un perro que lo conocí recién nacido hoy ya un adulto con toda la ley:




Algunos de los muchachos encontraron las ruinas de lo que fue una vez un lugar donde se realizaba ejercicios y se encontraron con unas pesas el más valiente y atrevido se animo a levantar aquella pesa:



A la noche subimos a la terraza, allí nostálgicamente recordaba mis navidades que pase allí, mirando los juegos artificiales jejeje


También reflexionamos, compartimos nuestros dotes de músicos, etc.


También recordé como tocaba la guitarra en la capilla y bue me toco a mi también:

Bueno la verdad la pase muy bien con los muchachos, nary, javi y jose:


Ah, Me olvide de algo, sí, comimos en la última noche mostachys, es claro que los lleve a un lugar que yo conozco y hacen comida de primera…




Bueno simplemente quería mostrar que bien la pasamos en Córdoba y que estuvo muy bueno y como la pasamos también con un buen humor, chistes, accidentes, jose que inundo toda la habitación y parte de la casa, nary que pierde las llaves y nos deja sin nuestro equipaje a 5 minuto antes de irse el colectivo, javi que se nos enfermaba en el colectivo jejeje, y tantas otras cosas más que le dio al viaja un matiz y un color especial que se pudo aprovechar y disfrutar. Por eso tenemos que repetir el viaje jejeje
Saludos a todos
H. Maxi

jueves, 3 de julio de 2008

Entre trabajo y liberación

Hola a todos, les dejo una perlita, si se puede decir, jejeje, la historia es simple después de una mañana de trabajo nos dispusimos a picar algo je, después de ello salimos a la galería de la sala de pastoral, es de aquí una paloma chocando contra el vidrio, fuimos a su búsqueda para llevarla a un espacio libre donde no se confundiera con los vidrios, que tan tontamente la paloma chocaba constantemente, esta travesía fue ejecutada por Nari y yo, la paloma revoloteando y subiendo a los piso nos hizo correr hasta lograr alcanzar con ella y llevarla a su libertad, es claro que en esta libertad paso lo que verán ahora se lo dejo…...