martes, 17 de febrero de 2009

Exp. Montagne 2009

Ansiedad, nerviosismo, temores… son algunas sensaciones que se puede percibir cuando caminas a algo que no nos es conocido, también hay energía, constancia y mucha pero muchas ganas de ganarle al temor de lo que pasara en esta experiencia nueva que aparece ante mis ojos. Cuando nos acercábamos a la comunidad del Tigre, donde sería nuestra experiencia Montagne surgían estas cosas en mi cabezas,… en la ruta entrando ya donde íbamos a estar veía las casas, personas que caminaban o estaban sentadas afuera me hacía pensar todo los dones que podíamos desplegar, todo el bien que podíamos hacer con solo estar presente, jugar y regalarles sonrisa a estos niños, plagado de pobreza y violencia. Y al fin llegamos un poco tarde de lo pensado, pero llegamos comenzamos a bajar las cosas nos instalamos, vimos las aulas que teníamos que pintar y comenzar el cálculo para las pintura, ja, le pifiamos un poco pero rápidamente compramos lo que nos faltaba. Así comenzó nuestro labor de pintura y quedo realmente bien, digamos que nuestras expectativa fueron lograda, realmente quedaron dos aulas totalmente nuevas, además las chicas realizaron algunos detalles más para que quedara aun mejor el aula. Pero también a la tarde teníamos nuestro encuentro con los niños, atreves del juegos, dibujar, pintar, etc… fueron momentos donde nosotros compartíamos con los niños del barrio, un aliento de frescura , podemos decir, un espacio donde para muchos de ellos ese día hay carisias, comprensión, hay alguien desconocido para ellos que le da afecto y los quiere, quizás fueron entre dos y tres horas donde se sentían queridos y no agredidos, no tenían que responder a la agresión sino al cariño que le daban y ellos lo supieron devolver con abrazos, carisias y dibujitos que nos hacían. Y como siempre vimos la multiplicación de los niños que nos venían a ver y jugar comenzamos con 35 chicos, al otro día eran 46, al otro ya eran 58 y en el ultimo día llegaron a ser 74 niños. Desde 2 hasta hubo chicos de 16 años que venían a jugar al futbol y compartíamos charlas con ellos. Siempre hay dificultades, siempre hay miedos, siempre se corre riesgos, podemos sacar muchas conclusiones con lo que vivimos, pero veo una cosa clara nos animamos a vivir el sueño de Marcelino y ya hoy no podemos ver de lado lo que vivimos, sentimos y compartimos estos días. No quiero ser más largo así que simplemente decir, que fue una experiencia muy buena mejor dicho excelente, con los por menores pequeños que tuvimos, y lo más lindo es la vida comunitaria que hicimos, el poder compartir todo y hasta los trabajos de limpieza, comida y la oración… solamente gracias por compartir y animarse a dar a aquellos que no tienen nada. Les dejo una frase que me gusto y que es de un Loco que se animo a gritar aquellas cosas que la Iglesia y la sociedad callaba: "El Reino está ya misteriosamente presente en nuestra tierra; cuando venga el Señor, se consumará su perfección". Ésta es la esperanza que nos alienta a los cristianos. Sabemos que todo esfuerzo por mejorar una sociedad, sobre todo cuando está tan metida esa injusticia y el pecado, es un esfuerzo que Dios bendice, que Dios quiere, que Dios nos exige. (Monseñor Oscar Romero) Hno. Max o (massi)